- Siempre te la deja picando.
- ¿Es muy irónica?
- No, tiene ladillas.
- Hola, venía al curso para manejar la ansiedad.
- Es mañana.
- Hola, quería estos zapatos.
- Dígame su número.
- ¡Oh! 1551862...
- No! Número de zapatos!
- Ah! Quiero dos.
- Por favor atendé vos a la rubia.
- Papá, creo que soy gay.
- No te apresures, sentante, sacate la camperita rosa y lo charlamos.
- No es rosa, es coral intenso.
- Dejá, no hace falta...
- Dame tu teléfono.
- Claro, anotá: 155 378...
- ¿Sos tarada? ¿Qué parte de la navaja y el pasamontañas no entendés?
Compré por internet el Manual del Estafador, un libro que recopila las mejores técnicas para engañar incautos. Nunca me lo mandaron.
- Mi amor, quiero que todo vuelva a ser como antes.
- ¿Cómo cuando nos conocimos?
- No, antes.
- Tenés el cuerpo de porcelana.
- Awwwww, gracias divino.
- No, Ana. ¡Tenés el cuerpo de Porcel!
- De que laburás?
- Soy tester de consoladores, vos?
- Peluquero.
- ¡Ah sos re puto!
- Estoy preocupado me hice un test de Alzheimer
- ¿Y cómo te dio?
- ¿Cómo te dio qué?
- ¿Vos entre polvo y polvo, fumás?
- Fumo, saco a pasear al perro, corto el pasto y me hago alguna carrera universitaria.
- ¿Te acordás de Tito? Bueno, se suicidó.
- ¡No, boludo! ¡¿Pero qué se le habrá cruzado por la cabeza?!
- Una bala. De lado a lado.
- Estás más flaca. ¿estás haciendo algo?
- Sí, metiendo panza.
- 911, ¿cuál es su emergencia?
- Mi mujer me pregunto cómo le queda.
-¿Vos qué opinás, me maquillé mucho?
-Si es un tributo a Kiss, está bien.
- Gorda, tengo un problema.
- Ay, amor, hablá en plural, tus problemas también son míos.
- Bueno: nos cogimos a la empleada y vamos a ser papás.
-Mamá, mamá, en la escuela me dicen sopla culos.
-No les hagas caso, Silvano.
- Che, ponele que yo me coja a tu novia, ¿quedaríamos como enemigos?
- No.
- ¿Cómo amigos?
- No
- ¿Cómo quedaríamos entonces?
- A mano.
- ¡Tenés la frente llena de sangre! ¿Qué te pasó?
- El DT me dijo: “Vos andá y cabeceá al segundo palo”.
- ¿Cuál es su mayor defecto?
- Me meto en conversaciones ajenas.
- Le estoy preguntando a él.
- ¿Es grave, doctor?
- Vamos a tener que hacer una placa.
- ¿De tórax?
- No, de mármol
- Hola...me vengo a inscribir. Quiero ser árbitro.
- Juan, vení a tomarle los datos a este hijo de puta.
- Eh, ¡yo no soy ningún hijo de puta!
- Juan, no vengas que no sirve.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario