lunes, 7 de noviembre de 2016

Un ser muy requerido

Un hombre estaba desayunando como a las 11 de la mañana un sándwich y un café, cuando vio una procesión funeral muy inusual acercándose al cementerio más cercano.

Un largo ataúd negro era seguido por un segundo largo ataúd negro como a 50 pasos detrás del primero. Detrás del segundo ataúd caminaba un hombre solitario con un perro Pitbull, al que sostenía de la correa. Detrás de él caminaban unos 200 hombres en una sola fila.

El hombre no pudo aguantar la curiosidad. Con mucho respeto se aproximó al hombre que llevaba al perro y le dijo:
- Señor, sé que este es un muy mal momento para molestarle, pero nunca había visto un funeral como éste.
- ¿De quién es este funeral?
- Bueno, en el primer ataúd está mi esposa.
- ¿Qué le pasó a ella?
- Mi perro la atacó y la mató.
- Bueno. ¿Y quién está en el segundo ataúd?
- Mi suegra. Ella estaba tratando de ayudar a mi esposa y el perro se volvió hacia ella.

Un momento solemne de silencio transcurrió entre los dos hombres:

- Señor, ¿Puedo pedirle prestado el perro?

- Haga la cola...

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