Un Yanqui, un Argentino y un Gallego sobrevivieron un naufragio. Nadaron, nadaron, hasta que llegaron a una isla. Apenas llegaron notaron que estaba habitada por indios no muy amigables.
Los náufragos fueron a hablar con los indios y les preguntaron:
- ¿Somos náufragos, nos podemos quedar?
- No, no pueden quedarse.
- ¡¡¡Piedad, piedad!!! Moriremos si no podemos quedarnos. Clamaban llorando.
- Esta Bien. Pueden quedarse bajo una condición: Los tres deben internarse en la selva y traer dos frutas cada uno.
El primero en volver fue el Yanqui. Los indios le preguntaron:
- ¿Qué tenés ahí?
- Tengo una uva y una cereza.
- Entonces para perdonarte la vida te las tenés que meter en el culo, y si te reís te matamos.
El gringo se metió la uva y cuando iba por la mitad de la cereza se comenzó a reír y murió degollado.
Un tiempo después llegó el Argentino con una naranja y una manzana. Tras la misma propuesta de los indios, y con miedo de perder la vida, comenzó a meterse la manzana en el culo con mucho dolor, y después de 20 minutos la consiguió introducir completamente. Minutos después, y con un dolor insoportable comenzó a introducirse la naranja y cuando estaba por la mitad largó una carcajada, y lo degollaron inmediatamente.
En el cielo se encuentran el argentino y el gringo.
- ¿Qué haces acá? Preguntó el argentino.
- Primero me metí la uva y todo bien, pero cuando estaba por la cereza sentí cosquillas y no contuve la risa. ¿Y vos?
- Primero me metí con mucho sacrificio la manzana. Después, con mucho dolor comencé con la naranja, y cuando estaba terminando de meterla lo veo venir al pelotudo del gallego con un ananá y una sandía...
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