jueves, 24 de octubre de 2013

Carta a una de NOSOTRAS



Hace unos días, al salir de una reunión, desesperada, me realicé una inspección corporal, tipo AST (Administración de Seguridad en el Transporte).
Una búsqueda rápida en la sala de reuniones no reveló nada.  De repente me di cuenta de que debí haberlas dejado en el coche.  Desesperada, fui al estacionamiento.
Mi esposo me ha regañado muchas veces por dejar las llaves en el contacto.  Mi teoría es que en el encendido es el mejor lugar para no perderles...
Y su teoría es que el coche será robado.
Al llegar al estacionamiento... llegué a una terrible conclusión...¡¡Su teoría era la correcta!!!... El auto no estaba.
Inmediatamente llamé a la policía, les di mi localización y les tuve que confesar que había dejado las llaves dentro del coche, y que éste había sido robado.
Entonces hice la llamada más difícil de todas:

- "Gordi"... - (tartamudeé), así le digo en casos como este- "Dejé mis llaves en el coche y me lo robaron".....
Hubo un momento de silencio.  Pensé que la llamada se había cortado, entonces volví a escuchar su voz:

- "¡¡Estás bromeando!!  ¡¡Si yo te llevé!!

Ahora era yo quien estaba en silencio...Avergonzada, le dije:

- "Bueno, ven por mi"...

Y él replicó:

- Lo haré, en cuanto pueda convencer a este policía de que yo no he robado el coche.

Si, son los años dorados de la "tercera edad".

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