- No puedo parar de multiplicar todo.
- Que raro.
- ¿Por?
- Te concedo el deseo de convertirte en el animal que elijas.
- Un perro
- ¿No prefieres ser un halcón para poder volar libremente, devorar a las presas que elijas y ser el amo de los pájaros?
- ¿El halcón se chupa el pito?
- No.
- Un perro.
- Entonces, después de ese beso, ¿qué somos nosotros Rigoberto?
- Y... somos putos Donato.
La esposa entra al escritorio del marido y dice:
- Amor, ¿es verdad tu socio acaba de morir?
- Sí querida ¿por qué?
- ¿Vos podrías poner a mamá en el lugar de él?
- Mira.... hablá con el sepulturero.... Por ní no hay drama.
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