jueves, 22 de diciembre de 2016

De milagros

Un inglés, con un fuerte dolor de espalda, entra en una cantina y descubre, para su gran sorpresa, que frente a él se encuentra nada menos que Jesucristo.

El inglés le dice: "Jesús, ¿tomarías una copa de whisky conmigo?" Jesús acepta y luego le toca la espalda. Milagrosamente, el dolor desaparece de inmediato.

  En la misma cantina había un ruso, con un fuerte dolor en el pie por un esguince, que había sido testigo de lo ocurrido. Se acerca entonces rengueando hasta Jesús y le dice:

 "¿Puedo invitarte a tomar un vodka juntos, Jesús?" Jesucristo acepta, y luego le toca el pie. Santo remedio, el esguince se va de inmediato, y el ruso regresa a su mesa caminando sin problemas.

 Finalmente, Jesús observa a un argentino, que estaba en la misma cantina tomando una copa de vino. Para no ser menos, el argentino le dice: "Sí, vení, Jesús, que te invito con un malbec"

  Jesús acepta y, luego de terminar la copa, empieza a acercarle la mano al brazo enyesado, pero de pronto el argentino pega un salto, se levanta exaltado y le dice:

 "¡Ni se te ocurra, que tengo 45 días de licencia por enfermedad!"

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