sábado, 19 de enero de 2019

Consejo de un profesional


Juan no tenía problemas y era feliz.  Un día empezó a sufrir dolores de cabeza, ligeros al principio, pero que fueron aumentando hasta llegar a ser insoportables.  Cuando su trabajo y su vida empezaron a ser afectados por este problema, Juan se decidió ir al médico.
El especialista lo examinó, realizó radiografías, muestras de sangre, de heces, de orina, y por fin le dijo:
- Le tengo una noticia buena y una mala.  La buena es que puedo curarle sus dolores de cabeza.  La mala es que para hacerlo tendré que castrarlo.  Usted sufre una rara situación en la que sus testículos oprimen la base de su columna vertebral, y eso le causa dolores de cabeza. La única manera de remediarlo es extirpar sus testículos.

Juan quedó deprimido, pero sus jaquecas empeoraban y desesperado decidió someterse a la operación.

Al salir del hospital, el dolor de cabeza había desaparecido por completo, pero se sentía abatido y desanimado, como si le faltara una parte de sí mismo (obviamente).
- Lo que necesito es un traje nuevo- se dijo, así que entró en la tienda y pidió un traje.
El vendedor lo observó por un momento y dijo:
- Muy bien, talla 44.
- ¡Exacto!  ¿Cómo lo supo?
- Es mi trabajo -repuso el vendedor-
Juan se probó el traje, que le quedó perfectamente.  Mientras se observaba en el espejo, el vendedor le dijo:
- ¿Qué le parece una camisa nueva?
Juan respondió: - Pues, ¿por qué no?
- Veamos, ha de ser un 34 de mangas y dieciséis de cuello.
- ¿Cómo lo supo?
- Es mi trabajo -repitió el vendedor-
Juan se puso la camisa y mientras se veía en el espejo, el vendedor le dijo:
- ¿Unos zapatos nuevos?
- Por supuesto -dijo
El vendedor echó un vistazo a los pies de Juan.
- Un once
- ¡Exacto!  ¿Cómo lo supo?
- Es mi trabajo -respondió el vendedor.
Mientras Juan admiraba sus zapatos nuevos, el vendedor le preguntó:
- ¿Qué le parece si se lleva también unos calzoncillos nuevos?
Juan por un segundo pensó en la operación que acababa de sufrir, y dijo:
- ¡Buena idea!
- Debe ser calzoncillo de talla 38  -dijo el vendedor
Juan se rio:
- No, se equivoca.  He usado talla 34 desde los dieciocho años.
El vendedor negó con la cabeza:
- No es posible que use la 34; el calzoncillo estaría demasiado apretado, le presionaría los huevos contra la base de la columna y tendría todo el día un tremendo dolor de cabeza..
😂😂😂🤣🤣🤣🤣😂😂😂😂😂😂

😡😡😡😡
¡¡Médico hijo de PUTA ‼

jueves, 10 de enero de 2019

El cuento al taxista

Mi esposa y yo estábamos ya listos para irnos a una fiesta.

Puse la luz del garaje y la contestadora. Tapé la jaula del loro, saqué la gata al patio y pedí un taxi por si regresaba con aliento alcohólico. Llegó enseguida.

Al abrir la puerta de calle para salir la gata, que estaba en el patio, se metió como bólido a la casa, pero no podemos dejarla adentro porque siempre anda tratando de comerse al loro.

Entré para atraparla y sacarla nuevamente al patio; subió rapidísimo las escaleras y tuve que perseguirla. Mientras tanto, mi esposa va y se sienta en el taxi.

Para que el taxista no sepa que no habrá nadie en casa durante la noche, le dice al chófer: "Mi marido viene enseguida; subió a despedirse de mi mamá."

Unos minutos después, me meto al taxi.

-Perdón la demora. -dije- La muy estúpida estaba escondida bajo la cama. Tuve que enlazarla con una soga para sacarla.
- Trató de escaparse, así que la agarré del cogote y le di unas palmadas para calmarla, pero comenzó a sacudirse como loca y la tuve que envolver en una manta porque la desgraciada me quería arañar.
- Así que para evitar que se escapara, la arrastré de la cola por las escaleras y la tiré al patio.
- ¡Es un demonio, lo que hay que luchar con ella cada vez que salimos!"

Los ojos de MI MUJER se salían de sus órbitas.

Y el taxista ...

PARÓ EL AUTO, ME ESTRECHÓ LA MANO DICIENDO:

- ¡¡¡ESOS SON HUEVOS...!!!! ¡Lo llevaré gratis!

🤣🤣🤣🤣🤣